TRANSICIÓN
Mi coyuntura
es como estar entre dos orillas
con el miedo de adentrarse al agua
y llegar a tierra prometida.
Comienza con una etapa que muere
y termina con una etapa que nace;
a riesgo de perderse,
confundirse, ahogarse
en las aguas turbulentas.
Plena oscuridad, ausencia de todo,
justo antes del amanecer.
Paradoja, experiencia liminal
no por lo que es,
sino por lo que puede llegar a ser.
¿Te han abandonado,
o tan solo duermen tus salvadores?
¿Es momento
de separación y ofrenda,
de abnegación y entrega,
de negación para la perfección
–leamos: autodestrucción?-
¿Estoy preparado
para destruir muros,
cortar amarras,
derribar seguridades
y resurgir de mis cenizas?
¿Prefiero temer al amor,
despreciarme despreciando al mundo,
repetir mi pasado,
sacrificarme sufriendo,
que, reprimido, me siento mejor?
Es que no aprendí
a amar incondicionalmente,
a defender mi integridad,
a vivir feliz con vida plena,
y así, decidir..

No hay comentarios:
Publicar un comentario